Saturday, May 20, 2006

Presentación



Con mi sobrina Paloma estamos creando este blog...

A modo de presentación voy a compartir con ustedes un poema escrito hace algún tiempo.




Me llamo Shlomit

Me llamo Shlomit. Nací en Afula, en la Galilea.
Me contaban que, al mismo tiempo, en el mismo lugar
nació un niño árabe.
Viví en Ramoth Menashé, el Kibutz donde mis padres
sacaban piedras todavía.
Me trajeron a la América del Sur, la tierra
donde ellos habían nacido de padres extranjeros.
Así la historia vuelve y se va; gira hacia
uno y otro lado; nos lleva sobre aguas torrentosas.
Náufragos anclando en Buenos Aires, para tomar el
interminable tren trasandino calado por el frío
del carro de segunda.
Y aquí me encuentro en Santiago
explicando este nombre que tiene algo de Biblia y piedra
y calor del aire del desierto y una música.

4 comments:

Mary Rogers said...

Qué lindo texto. El paralelo del nacimiento, la unión de los espacios, el origen. ¡pucha que es difícil descifrar el origen!
Un abrazo

Viagra Online said...

Que maravilloso poema, me parece que tienes un gran talento para escribir, muchas gracias por publicar este tipo de cosas por que asi podemos sentirnos muy bien.

francisca de la torre said...

"Natural", así habría dicho mi abuela. Es decir, así es.

Nacemos en un lugar para que la vida nos traiga a otro.

Crecemos con una historia y en esa interminable búsqueda de conocimiento la vida se encarga de que tomemos consciencia respecto de una historia que otros nos la negaron por imposición, sobre los ancestros, de otra historia cargada de miedos y sentimientos de culpa y que les llevo a ocultar su propia historia y sentido de pertenencia.


Es entonces cuando las palabras, esas que sólo una vez te dicen y que no se repiten, salen a flote y significan algo; es entonces cuando la vida y lo que le rodea adquiere una nueva dimensión, un real significado.

Y es entonces cuando te reconoces extranjera en una historia que sabes que también es tuya y te sientes extraña en una historia que te dijeron que era tuya pero que no recuerdas siquiera si la sentiste propia.

No, no se entiende, pero no importa.

Pasa que leerte me hizo pensar, una vez más en lo que pienso a diario, en esas dos historias: una que intentaron que sea mía, propia, que es (violentamente) ajena y lejana y una ajena que siempre fue cercana y que un día descubres, o mejor dicho, te das cuenta que también es propia pero que sabes que de ella no puedes apropiarte porque la otra historia la hace ajena y lejana.

Y en ese extraño enredo de historias lo único que no funciona es el “natural” de la abuela, a la que nunca le pudiste contar que rondan dos historias en tu vida pero que no se encuentran porque ni siquiera caminan paralelas.

Llegué a este post no sé ni como y leerlo me llevó a escribir “eso” que lo he hablado con mis hijas, que se lo he dicho a mi madre y lo he mencionado a mis hermanas pero que no podía escribirlo porque no encontraba las palabras exactas hasta este momento en que salieron solas al leer tus palabras.

Gracias!

pharmacy said...

Muy buen poema nostalgico para mi, muchas gracias