Los días han pasado pero todavía los intensos momentos vividos en
Concepción y Chiguayante están en mi corazón.
Lo que hice fue sólo estar presente, decir quiero hacer algo.
En cierta medida, mi visita sirvió para que la gente se pusiera más contenta. Y fue así. Eso sirvió también para que más personas entregaran su aporte y juntamos mucho más dinero del que pensábamos. Con esa plata fuimos a comprar sacos de papas y de carbón y luego, con otra colecta, pudimos llenar un carro de detergente y cloro para desinfectar las viviendas anegadas.
El domingo estuve con los voluntarios del Hogar de Cristo y con la gente de Atina Chile. Entre ellos Andrés Durán,que fue mi anfitrión ,y me llevó a Chiguayante a participar de una invitación que me hicieron los dirigentes estudiantiles.
Eso fue hermoso, porque eran unos cabros de educación media, comprometidos, ayudando, haciendo cosas, comunicándose, es decir, que eran capaces de ponerse en el lugar del otro, de las personas afectas y empatizar realizando acciones concretas.
De la visita que hice con ellos al albergue tengo una sola y gran sensación: Cariño, cariño y más cariño.
Les mando muchos abrazos.
¡Qué ganas de haber podido hacer algo más concreto!
Espero haber ayudado aunque sea con una sonrisa, un par de cuecas y un poquito de luz.
Besos
Shlomit
________
1 comment:
Se agradece saber que a pesar de los tiempos que pasamos aún contemos entre nosotros con personas que logran que uno siga manteniendo la fe en la raza humana, todos los gestos de bondad nos hacen felices, incluso cuando son otros quienes los realizan.
salud.
JorgeAndres
Post a Comment